lunes, 25 de abril de 2016

IR A VOTAR NO ES CACHONDEO

EL FRACASO DE UNA NUEVAS ELECCIONES

 

Es justo en estos momentos cuando el ciudadano se debe dar cuenta de la importancia que tiene España para algunos políticos y sus partidos respectivos. España para muchos de ellos es su juguete, les da lo mismo si va bien o mal, si sus ciudadanos cenaron anoche o no.

Los vemos en televisión y el que no los conoce, hasta los invita su casa a comer, pero cuando uno tiene ya unos añitos encima… como dice aquel dicho: a mono viejo hacerle muecas.

Pero la culpa no es solo de estos desaprensivos que lo único que buscan es su propio bienestar y mandar a la oposición a aquel partido que nos gobernaba hasta anteayer. La culpa es de muchos votantes que se toman lo de votar a cachondeo, como el que le da “me gusta” en el Facebook y eso no puede ser.

El poder ir a las urnas y tener el poder de decidir quién es el representante de la nación es muy sagrado. No podemos ir allí en plan cachondeo y meter una papeleta en la urna como si aquello fuese un juguete. Eso no es un juego y no podemos votar por el más guapo o por el mejor que cuente un chiste. Cuando vamos a depositar nuestro voto vamos a elegir a las personas que van a administrar nuestro dinero, nuestra sanidad, la educación, la mejoras de nuestras infraestructuras, etc. etc. y eso a muchos ciudadanos parece darle lo mismo. Que error.

Lo peor de todo esto es que llevamos desde Diciembre del pasado año y ningún partido político ha sido capaz de formar gobierno a pesar de que alguno lo ha intentado para formar la llamada por ellos “gran coalición”. ¿Qué interés hay oculto ahí para que esto no se lleve a cabo? ¿Por qué no es no y que parte del no, no se ha entendido?

¿Toda esta gente se ha parado a pensar que pensamos los ciudadanos, o les da igual nuestros pensamientos? Total, ya hemos votado…

Dicen que es un fracaso pasado tanto tiempo y que no se haya formado gobierno y que tengamos que ir a una nuevas elecciones. ¿Fracaso para quién?

La pena es que en España no se pueda celebrar una segunda vuelta, cosa que todos los españoles deberíamos exigir. Se acabaría con mucha bobería.