FELIZ DIA DE LA MADRE

FELIZ DÍA DE LA MADRE. (Foto Google)

 

¡¡FELIZ DIA MAMA!!

Hoy en día que no esta bien visto o no está de moda hablar de la familia. Yo voy a hacerlo, o al menos voy a intentarlo. Y hablaré de la mía. Y como hoy es el Día de la Madre, sobre todo hablaré de ella.

Hoy, si una madre o un padre da un cachete a su hijo, puede ser mal trato y el niño está en su derecho de denunciar a su “agresor” aunque el niño no sepa lo que va a hacer ni las consecuencias que eso conlleva, pero no importa, el niño tiene sus derechos, aunque después, y por ese motivo sea separado de su madre acusada de maltratadora.

De pequeño, no recuerdo que mi madre me diera cachete alguno y si me lo dio sus razones tendría, pero juro que no lo recuerdo ni falta que me hace ni atención nunca le puse, pues estoy seguro de que si me lo dio fue por algo que hice mal. ¿Y qué? Pues agradecido estoy, porque  de eso aprendí algo, por lo menos a saber respetar y saber comportarme en la vida.

Mi madre siempre ajetreada con su trabajo al igual que mi padre y siempre entre los dos cuidando de mi y de mis hermanos menores. Siempre pendientes de nosotros cuidándonos como cualquier familia normal. Recuerdo aquellos domingos en que salíamos de casa para visitar a mis abuelos. Lo hacíamos temprano, justo después de comer y regresábamos de noche. A pesar de que vivíamos muy cerca, entre semana no podíamos hacerlo debido al trabajo de ellos.

Mi madre siempre pendiente de mi, pendiente de mi colegio para que aprendiese todo lo que el maestro me pudiese enseñar. Me enseñó a ser un buen cristiano. Me enseñó que el respeto hacia los demás era muy importante. Me enseño que no era bueno reírse del mal ajeno. Me enseño que era bueno ayudar a los demás, que si era necesario, debía  compartir la comida aunque me quedara con hambre.

Mi madre me compraba en Icod papel de barba para que yo hiciera mis dibujos dada mi afición que yo tenía a ello. Me compraba los comics del Capitán Trueno o del Jabato, este último no me agradaba tanto, me gustaba más el comic del novio de Sigrid.

Mi madre se preocupaba –aunque había escases de dinero- de comprarme los libros y demás utensilios que necesitaba para ir a la escuela.

Una vez terminados mis estudios primarios -como se decía antes-, mi madre se preocupó de buscar mi primer trabajo y junto a mi padre, aguantaron a que yo percibiera mi primer salario un año después, porque antes no es como ahora, antes se empezaba a trabajar aprendiendo y mientras aprendías no te pagaban nada. Era así y punto. Y de verdad, gracias a mi primer patrón don Evaristo, que e.p.d. Fue un buen hombre, todo sea dicho.

Luego ya y con el paso del tiempo y tras hacer la mili, llegó el momento de mi independencia, pero mi madre siempre estaba ahí y sigue estando.

Va a cumplir ochenta y cuatro año y tiene sus jaquecas que a veces sacan a cualquiera de quicio, pero que hacer ahora con ella, mi hermana mayor la atiende y trabaja lejos, es un problema y nos parte a todos el corazón porque se pasa todo el día sola esperando el regreso de su hija que llega a su casa a mediodía y luego se incorpora de nuevo al trabajo.

¿Qué hacer con una persona mayor en este caso? Es mi madre y la madre del resto de mis hermanos que viven lejos.

Hoy es el Día de la Madre y no quería y no debería de meterme con los políticos. Pero que mal se han hecho las cosas, porque a estas alturas, y después de tanto gasto de dinero inútil, tendría que haber un lugar cercano a la casa de cada persona mayor, un centro de día o como carajo se le quiera llamar, para que todas estas personas puedan estar juntas al menos, mientras con sus hijos se encuentran trabajando.

Dicen algunos políticos por ahí, que estos centros no existen porque no hay demanda. Demanda sí que hay, lo que pasa es que no se fomenta, no interesa, eso ocasiona gastos y los viejos son como trastos que se arriman a un lado, no interesa ni oír sus lamentos porque eso remuerde las conciencias hasta la de los políticos que antaño solicitaron su voto y que por supuesto se lo dieron porque recibieron cuando eran más jóvenes promesas que ahora se han visto incumplidas. Y si no hay demanda, ¿Por qué si la hay para los lugares privados en los que hay que pagar? ¿Ahí si hay demanda? ¡¡Ya está bien!!

Mi madre, a pesar de sus años y de mis enfados con ella para que siga adelante con sus dolores y achaques sigue ahí,  sola de día, siempre esperando mi visita que a veces es tardía debido a mi trabajo y a veces a mi pereza. Que lastima que por estas latitudes no se haya habilitado un lugar para que toda la gente de su edad o más joven que ella, puedan estar en compañía todos los días para que sus cabezas estén entretenidas y no pienses en sus dolores y achaques de vejez.

Un día no muy lejano a todos estos “pollos” que nos gobiernan, que son jóvenes y se creen fuertes y que piensan que la vejez no les llegará, se darán cuenta de las cosas, pero ellos sí que tendrán un lugar que podrán pagar porque ya se  estarán encargando de eso por si acaso.

Felicidades a todas las madres del mundo, mucho ánimo, y por un Día, procuren sonreír si ven entrar a sus hijos, nietos y bisnietos por la puerta de sus casas a hacerles una visita y darles un beso y aunque uno reciba un cachete bien recibido sea, que por algo será.