LA DEMOCRACIA AL SERVICIO DEL CIUDADANO.
Deberíamos exigirles una indemnización por estafa
Creo que somos muchos a los que
nos gusta estar informados sobre lo que ocurre diariamente a nuestro alrededor
y escuchamos la radio, leemos un periódico, vemos los telediarios y las tertulias
que los diferentes medios de comunicación nos ofrecen a diario.
Y vemos y escuchamos con frecuencia
en esas tertulias a ciertos personajes que opinan sobre moralidad, buen comportamiento,
seriedad, honradez, etc. Y, los que los escuchamos y vemos que no nos queda más
remedio que darles la razón en muchas de las cosas que dicen, e incluso
llegas a sentir simpatía porque vemos que son gente seria. Que pena.
Un día de esos que uno se levanta
temprano, enciendes la radio y oyes que dan lectura a una lista de personas en
la que se encuentra ese personaje de tus simpatías y que dicen en esa emisora
de radio que ha sido detenida en una redada policial por corrupción.
Si estás en el cuarto de baño y
te miras en el espejo se te queda una mueca de estúpido que no logras quitar
hasta que se te pasa ese hipo que te ha entrado junto con la mueca.
Te
preguntas ¿Cómo es posible que una persona como esa o como esas que osaban
entrar en tu casa por medio de le tele te haya estado engañando durante un
periodo largo de tiempo? ¿Cómo no se les ha caído la cara de vergüenza?
Y es que en España se ha perdido
la vergüenza. Es tal el grado de corrupción que hay, que ya nos da lo mismo
ocho que ochenta e incluso cualquier ciudadano está dispuesto de una manera o
de otra a ser un corrupto con tal de salirse con la suya, que es otra manera de corrupción.
Y lo diré una vez más y sin ánimo
de cansarme: esta democracia no me gusta, esto no es democracia, la democracia
tiene que ser otra cosa. La democracia debe de comenzar en el respeto hacia los
demás para que los demás nos respetan. La democracia tiene que ser
transparencia. La democracia está hecha para que los ciudadanos puedan elegir a
sus representantes y que esos representantes trabajen para sus ciudadanos
honradamente. La democracia no deber permitir que “cuatro” pongan entre la
espada y la pared a todo un país. La democracia no debe permitir ni la más
mínima duda de corrupción sobre cualquier servidor público, siendo apartado y
juzgado de inmediato y poniéndolo en el lugar que le corresponde para que el
ciudadano pueda comprobar con satisfacción que las cosas van en serio.
En definitiva, la democracia solo
funciona si está hecha para estar al servicio de la ciudadanía y no de los políticos
de turno. Por cierto no tan de turno, porque algunos nacieron en el Senado o en
los parlamentos y llevan ahí desde el
primer día y no se marchan ni con agua caliente. Por eso sería bueno cambiar la
Ley Electoral, así el ciudadano podría elegir a sus representantes directamente
y echar a los que nos diera la real gana.
Pero lo más importante de la
democracia sería poder eliminar a toda esta partida de insectos corruptos que
nos están comiendo por las patas y que nos han estado engañando y haciéndonos
perder el tiempo cuando los contemplamos en las tertulias de la radio o la
televisión.
Deberíamos de exigirles a todos
ellos una indemnización por engaño y estafa, así podríamos vernos en nuestro
espejo al menos con una sonrisa, no con una mueca.