¿Por
qué nos cuesta tanto a los vecinos del Noroeste de la Isla ver terminado los
trabajos que las administraciones nos han prometido.
Siempre
nos pasa lo mismo. Nos pasamos la vida reivindicando pacíficamente algo que necesitamos.
Pasan los años y un día a un político se le ocurre que esa reivindicación puede
ser buena y se pone a trabajar en ella, pero no de inmediato saca adelante el
proyecto. Él lo anuncia e ilusiona a la población. Ya está, el pueblo se ha
enterado, ahora lo guarda hasta buscar el momento oportuno, pero oportuno no
para el pueblo, sino para él o para su partido que es lo mismo.
Comienzo obras anillo isular en Buen Paso. -Archivo- |
Luego,
al paso de algunos años se pone en marcha nuevamente porque en el plazo de
medio año habrá elecciones. Es el momento, ha ganado cuatro años y otros cuatro
que el pueblo le da para que saque esa obra adelante. Ya está, ocho años.
Digo
todo esto porque de nuevo ha sonado la campanilla del anillo insular. Ahí están
todos, que si un nuevo proyecto, que si un nuevo trazado, que si no hay dinero,
que por donde comenzamos, etc. etc. Y cincuenta mil ciudadanos del Noroeste
tinerfeño esperando. Han pasado casi veinte años y aún esa obra no se acaba. Igual
ocurre con el mal llamado hospital del Norte.
Los
políticos juegan y frustran las ilusiones de los pueblos, pero a ellos les da
igual, ¿Por qué? Porque de esta zona de la Isla no hay políticos dentro del
Gobierno de Canarias, ellos viven p´allá donde tienen todo a mano, no tienen
que desplazarse por una carretera atestada de coches y que tienes que salir
tres horas antes de tu casa para llegar por ejemplo al hospital en La Laguna. O
para ir a trabajar al Sur. ¿Qué más da. Que se jodan los del Noroeste.
Creo
que ya va siendo hora de que los comités de los diferentes partidos políticos vayan
exigiendo poner en las listas del Gobierno de Canarias y en el Cabildo a gente
de esta parte de la Isla, pero que viva por aquí, que no se vaya a vivir a la
capital, estaríamos en lo mismo. Ya va siendo hora. Por aquí también hay gente muy
preparada y seguro que con las ideas muy claras sobre lo que se necesita.
¡¡Como
han cambiado las cosas en muchos aspectos por aquí desde que don Lorenzo Dorta
dejó la política!! Esos eran buenos tiempos para nosotros los olvidados. Los de
allá como suelen decir en la capital.
¿Por
qué nos cuesta tanto…?