¡¡ESTAMOS HARTOS!!
Da la impresión de que, a
nivel Europa estamos gobernados por niños. Los políticos europeos creen en su
ingenuidad que los bobos que los votamos somos tontos e ignorantes y que ellos sí que saben. ¡¡Son más
listos que el resto de los terrenales!! Son tan listos que cuando piensan,
saltan los plomos y nos quedamos sin luz.
Estos políticos con sus mentes privilegiadas no solo están
llevando a Europa por un camino erróneo y sin puerta por donde salir, sino que
poco a poco se van a quedar sin el juguete que ahora tienen entre sus manos.
Pero ¿Qué ocurre? Ellos se
han dado cuenta que van a estar solo unos años ahí y que tarde o temprano se
volverán a sus casas y ya todo les dará igual. Ya no tendrán necesidad de
trabajar más, el problema ahora que lo resuelvan otros.
Los políticos europeos no
solo han elaborado leyes para Europa en sí, sino que esas leyes las han trasladado
y son de obligado cumplimiento para todos y cada uno de los territorios europeos.
De esta manera los diferentes estados se ven obligados a cumplir con unas leyes
que en la gran mayoría de las ocasiones perjudican a los hijos de ese estado y
benefician a personas que por la razón que sea, vienen de territorios
extra comunitarios. Y no digo que no se ayude a la gente que viene de fuera
necesitada de ayuda. Por supuesto que hay que ayudar a esa gente, pero primero
son los hijos del pueblo. Primero son los de casa y luego los de fuera a
quienes también, por supuesto, vamos a
ayudar.
No es posible que se
desahucie de su casa a un hijo del país y se quede a vivir debajo de un puente,
mientras que los que no son de aquí se les ofrece una vivienda para que estén
bajo techo.
Repito, no se trata de
discriminación alguna porque todos somos hijitos de Dios, pero primero están
mis hijos y luego los del vecino.
Gran Bretaña se ha ido de
Europa, Francia está en el aire, en España hay partidarios de abandonar también
la Comunidad y cada día que pasa surgen más partidos políticos en otros países
que son afines a un abandono total. Y los políticos europeos tocando el
trombón.
No hacen nada para proteger
a sus ciudadanos. En España por ejemplo el ciudadano se siente cada día más
solo. En temas laborales, sanitarios o educativos, cada cual hace lo que le
viene en gana. Cada trocito de territorio nacional gobierna según cree oportuno
e impone lo que a cada cual se le ocurre. No hay alguien –que lo hay- que diga
algo para parar ciertos desmanes, mangoneos y ocurrencias.
Estamos hartos de discursos
huecos. Estamos hartos de ocurrencias y palabras sin sentido. Estamos hartos de
ver como se pisotean los derechos individuales. Estamos hartos de ver y
comprobar cómo se beneficia a una parte de la población y se perjudica a la
otra. Estamos hartos de comprobar cómo después de toda una vida trabajando
pasamos a cobrar una miseria. Estamos hartos de ver como algunos sacan la
cabeza y elevan la voz para decir que la gente tiene que trabajar hasta los 70
años mientras ellos se han retirado de la vida laboral y política hace ya
muchísimos cobrando una paga vitalicia. Así es fácil hablar. Estamos hartos de
ver a nuestros hijos hipotecados y sin trabajo y con la angustia metida en el
cuerpo preguntándose en cómo llevar la comida a la boca de sus hijos o como
pagar la luz o el recibo del banco a fin de mes.
Estamos hartos de ver como
políticos con su verborrea nos engañan una y otra vez prometiéndonos cosas para
“esta legislatura” y hacen que hacen algo, luego vuelven de nuevo a prometernos
lo que prometieron cuatro años atrás y vuelven a hacer algo y así van alargando
esa promesa para que les sigamos votando.
¡¡Estamos hartos…!!
Si a todo esto y más cosas
que dan para escribir un libro, no se le busca una rápida solución, diremos
adiós a un buen invento que mientras duró nos dio más alegrías que disgustos y
nos daremos cuenta que ese día ya no hay nada que hacer y estaremos invadidos
por aquellos a los que un buen día, nuestras cabezas pensantes de Europa se le
ocurrió la feliz idea de que primero eran ellos que nosotros. Este invento,
hasta el momento, se sigue llamando Comunidad Europea.
Sé que he mezclado muchas
cosas, pero lo he hecho a propósito, porque mi propósito es que esto lo lea
solo la gente de a pie, la gente que como yo sufrimos los problemas diarios y
que aquí expongo. Seguro que estos me entienden. Esto no lo entenderán las
cabezas pensantes a los que hemos votado para bien nos gobiernen. Que se
abstengan de leerlo porque para nada servirá aunque logren entenderlo.