Me encontraba en un
lugar público esperando por algo que no va a cuento. A mi alrededor habrían una
treintena de personas, las edades eran varias, desde jóvenes hasta mayores. Al
poco tiempo de mi llegada, irrumpen en el lugar dos personas, jovencitos,
veinte o veintidós años, no más. Uno tenía cara de ser muy trabajador y no digo
esto como falta de respeto, es que es verdad. A esas edades, ya se sabe.
Continúo, bajo el
brazo llevaban un puñado de revistas y panfletos y se dirigían uno por uno a
todos los que allí nos encontrábamos. No era el mejor lugar para decir la
verdad. Esperé un poco y cuando se acercaban a mí, me levanté y cambié de
lugar. Pude oír que le hablaban a la gente que allí se encontraba sobre el tan cacareado
tema de las pensiones y decían que para que “la Merkel no pueda llegar” o algo
así. Cuando alguien se atrevía a recoger la revista le pedían a cambio una
cantidad de dinero y automáticamente el receptor rechazaba la revista. En
resumidas cuentas, nadie les prestó la más mínima atención y vendieron siquiera
una.
A mí, todas estas
cosas me causan cierto rechazo, aún cuando estos jóvenes puedan tener razón. Es
que son –no ellos sino quienes los mandan- unos oportunistas. Se han percatado
de que los jubilados han salido a la calle y aprovechan la ocasión para hacer
su propaganda.
1º No sé que tiene
esta gente en contra de doña Angela Merkel, no sé que tiene este gente contra
don Donald Trump que un día sí y el otro también se les llena la boca para
menospreciarlo, ¿acaso están gobernando por su cuenta o es porque el pueblo los
ha elegido?
2º No se a que
organización pertenecían los jóvenes en cuestión, ¿pero ellos o quienes sean,
creen que el pueblo sigue siendo el mismo que hace 40 años atrás?
3º Viendo lo que
estamos viendo, ¿alguien cree que nos podemos fiar hoy por hoy de alguna
organización o partido político y más en el tema de las pensiones?
El pueblo no es tonto
aunque aún quedan algunos que los palos no les han servido para nada. Hace unos
días escribíamos aquí mismo un artículo a favor de los pensionistas y seguimos
pensando que tienen toda la razón, pero entre tantos pensionistas, hay muchos
aprovechados que viendo que el rio lleva agua, aprovechan la ocasión para
atizarle al gobierno de turno y dependiendo del color del partido político.
La suerte de todo
esto, es que ya hemos crecido y que aquí nos conocemos todos y como se decía
antaño, sabemos de la pata que cojea cada uno.
Finalmente me fui de
aquel lugar tranquilo porque de haberme quedado y escuchar de esos dos jóvenes
esa clase de lección a personas mayores que hemos trabajado toda una vida y que
hemos cotizado a la Seguridad Social casi medio siglo, no sé que hubiese pasado
porque como puedo hacer uso de mi libertad de expresión…