domingo, 15 de febrero de 2015

TODO FÁCIL

Cuidado con los cantamañanas

A nadie se le esconde que la situación política actual de España es para salir corriendo y no parar y no de ahora sino desde hace ya unos cuantos años.

Siempre que se aproximan elecciones todo el que quiere llegar a la poltrona de la mama se pone guay y dice que es el mejor. El más alto, más rubio y con los ojos azules aunque sea todo lo contrario. Incluso llega a presumir de ser el más trabajador y el que más ha hecho por la sociedad y por su pueblo, aunque nunca haya dado un palo al agua.

Los ciudadanos de a pie escuchamos y observamos  los movimientos de unos y otros y si pudiésemos cogeríamos un buen palo o arma similar y dando leña a troche y moche acabaríamos con la inmensa mayoría de aquellos -que dicen ellos- que nos gobiernan, y pondríamos en su lugar a otras personas con más sensatez.

Pero no es tan fácil. ¿A qué español no le gustaría acabar con una gran mayoría de personajes que vemos que están ahí desde que hicieron la Primera Comunión y que no hacen nada por el pueblo? ¿A qué español no le gustaría dar su voto a un partido político determinado que nos dice que lo va a hacer mejor que el que gobierna en la actualidad o que incluso que ha gobernado con anterioridad?

Comerle el coco a la gente es muy fácil. Basta con observar la carencia de los pueblos y decirlo. Basta con decirle a los ciudadanos que es de lo que carecen y que ese alguien está dispuesto a dárselo para que se metan a ese pueblo en el bolsillo.

Pero del dicho al hecho va un trecho. Una cosa es predicar y otra dar trigo y por lo tanto, no podemos jugar con los intereses de toda una nación por el simple –nada menos- hecho de echar y con toda la razón, a los actuales mandatarios e incluso, si los hubiese, a los  ex-mandatarios. Las venganzas nunca son buenas y eso es jugar con los intereses, no solo de nosotros, sino de nuestros hijos y nietos y los de toda España, que sabemos que eso de España a muchos les importa una higa.

Ha salido gente a decirnos lo que en realidad sabemos y que tienen toda la razón porque estamos más que hartos, estamos hasta las mismísimas narices de que nuestros empleados nos ninguneen y que encima se queden con nuestro dinero, pero no debemos, no podemos perder el norte porque nadie nos dice la verdad, solo nos dice su verdad, la que ellos saben que el pueblo quiere escuchar y con toda la razón. Cuidado, esta forma de vida que tenemos actualmente, con todos sus defectos nos ha costado mucho trabajo para conseguirla, no le echemos por tierra en este momento.

Una nación no es una fiesta, en la que se nombra a una comisión para celebrar un festejo. Un país serio como es España se merece un Gobierno sensato y serio, que sea capaz de sacarnos de la podredumbre en que nos han metido y no que venga gente a crearnos más problemas de los que tenemos.