domingo, 30 de agosto de 2009

RAMON MIRANDA, UN BUEN ALCALDE



Desde siempre las arcas municipales del Ayuntamiento de Garachico han sido más bien raquíticas, nunca ha habido abundancia. Los recursos económicos del Ayuntamiento siempre han sido escasos en un pueblo con una pequeña población y sin industria alguna.

La llegada de Ramón Miranda al Ayuntamiento allá por los años 90 del siglo pasado hizo que Garachico y sus habitantes recuperara una ilusión pérdida durante bastantes años. Pero esa ilusión no podía compartirla el alcalde con el resto de los ciudadanos debido a la deuda que en esos momentos tenia el Ayuntamiento.

¿Cómo se puede “mover” un mandatario municipal en un ayuntamiento que, a parte de no tener dinero solo tiene deudas? Pues con imaginación, ganas de trabajar y amor por su pueblo.

Las reuniones con sus concejales fueron constantes. Creo que ese fue el éxito de aquellos primeros años de penuria. El diario contacto con presidentes de Cabildo o Gobierno de Canarias y consejeros de los mismos sin temor a tener enfrentamientos con ellos aun tratándose de políticos del mismo partido. Lo importante para un buen político que quiere a su tierra no es el partido –que también lo es- sino su pueblo. Así era Ramón Miranda y seguro que aún hoy, así lo sigue siendo.

Constantes negociaciones con entidades bancarias para negociar la terrible deuda heredada. Veinte años tendrían que pasar sin que desde el Ayuntamiento se invirtiera dinero alguno de sus arcas para amortizar esa deuda.

Los problemas con los proveedores eran tremendos teniendo en muchos casos los créditos cerrados porque no se les podía pagar los que se les debía. Telefonía, aguas, electricidad, Seguridad Social, gasolineras, ferreterías… Llamadas continuas al alcalde. Siempre la misma frase… ¿Cuándo me vas a pagar? ¿Pero de donde sacar el dinero para hacerlo?

Al mismo tiempo sus concejales exigiendo que había que hacer cosas. Los barrios estaban bastante abandonados. Asfaltado de calles, problemas de abastecímiento de agua, electricidad, apertura de caminos agrícolas, colegios, polideportivos, centros culturales...

Todo eso, poco a poco Ramón Miranda lo fue solucionando y las obras comenzaron a aflorar, las negociaciones financieras comenzaron a dar sus frutos y de pronto se comenzaron a inaugurar obras, raro era el mes que en todos y cada uno de los barrios no se inauguraba algo. Raro era el mes que en todos los barrios no había alguna actuación cultural o asamblea vecinal.

Hoy hay gente joven que no conoce la historia porque nadie se la ha contado que critica la actuación de Ramón Miranda. Los españoles tenemos la memoria muy cortita, somos muy olvidadizos y con el paso del tiempo solemos dar la espalda incluso, a aquel que un día nos sacó de un aprieto.

domingo, 23 de agosto de 2009

ADIOS A UN BUEN SACERDOTE Y AMIGO





D. José Luís Rodríguez Guerra ha sido párroco de San Pedro de Daute, Genovés, La Caleta, San Juan del Reparo y de San Francisco de la Montañeta desde el año 2001.

Tomo posesión de la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria de Genovés el día 13 de septiembre del año 2001. A partir de esta fecha la Iglesia Parroquial sufriría una renovación que nunca antes había disfrutado.

D. José Luís ha sido un trabajador nato, para el no existe el cansancio, quiso que por aquí tuviésemos los mismos derechos que tenia cualquier otra parroquia. Para ello trabajó incansablemente no solo en la Parroquia de Genovés sino en todas y cada una de las otras que el presidía. Hasta en San Francisco de la Montañeta se dedicó por entero y ahora su ermita luce con esplendor y dignidad lo que ella representa.

En Genovés echaremos de menos a un buen sacerdote y a una buena persona, siempre estuvo dispuesto a atender a aquel que lo necesitó, en bueno y malos momentos.

De el –los que así lo hemos querido- hemos aprendido muchas cosas. Sobre todo a querer a Dios, a Jesús y a su Madre la Virgen Maria y por supuesto y cosa también muy importante: a querer y respetar a nuestros semejantes.

Gracias a D. José Luís y a su iniciativa tenemos hoy en nuestra Parroquia muchos recuerdos, pero sobre todo dos: El Santísimo Cristo de la Redención y la imagen de la Virgen de los Dolores.

Nunca hizo nada malo a propósito, lo que hizo, lo hizo por el bien de un pueblo al que el quería como si fuese el suyo propio, aun sabiendo que un día llegaría el momento de su marcha, pero a el no le importaba, lo que a le gustaba era que sus parroquias avanzaran y que no se quedaran atascadas en el tiempo.

Bien es verdad que esto no fue comprendido por algunos vecinos, pero eso es otra historia en la que un día saldrá todo a la luz y que a buen seguro hemos de darle la razón a D. José Luís.

El sábado día 22 de agosto y al finalizar la Santa Misa, una colaboradora de la Iglesia de Genovés leyó a modo de despedida, unas sentidas y emocionadas palabras en las que a D. José Luís se le deseaba lo mejor.

Desde aquí sirva este mensaje para rendir un merecido homenaje a un buen sacerdote, buena persona y buen amigo de sus amigos. Gracias D. José Luis por su tiempo, gracias por querernos, por su ánimo y aliento y por los buenos momentos que nos hizo pasar, pero sobre todo, gracias por hacer de nuestra Parróquia un lugar alegre y digno como a Vd. le gustaba decir.

Que Nuestra Madre la Virgen Santísima de la Candelaria a la que tanto cariño D. José Luís profesa, lo acompañe, lo proteja y guíe en su nuevo destino, y que sus nuevos feligreses sepan comprender las inquietudes de una persona luchadora e incansable que lo único que queria era el bien de sus parroquias y de sus feligreses.