domingo, 23 de agosto de 2009

ADIOS A UN BUEN SACERDOTE Y AMIGO





D. José Luís Rodríguez Guerra ha sido párroco de San Pedro de Daute, Genovés, La Caleta, San Juan del Reparo y de San Francisco de la Montañeta desde el año 2001.

Tomo posesión de la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria de Genovés el día 13 de septiembre del año 2001. A partir de esta fecha la Iglesia Parroquial sufriría una renovación que nunca antes había disfrutado.

D. José Luís ha sido un trabajador nato, para el no existe el cansancio, quiso que por aquí tuviésemos los mismos derechos que tenia cualquier otra parroquia. Para ello trabajó incansablemente no solo en la Parroquia de Genovés sino en todas y cada una de las otras que el presidía. Hasta en San Francisco de la Montañeta se dedicó por entero y ahora su ermita luce con esplendor y dignidad lo que ella representa.

En Genovés echaremos de menos a un buen sacerdote y a una buena persona, siempre estuvo dispuesto a atender a aquel que lo necesitó, en bueno y malos momentos.

De el –los que así lo hemos querido- hemos aprendido muchas cosas. Sobre todo a querer a Dios, a Jesús y a su Madre la Virgen Maria y por supuesto y cosa también muy importante: a querer y respetar a nuestros semejantes.

Gracias a D. José Luís y a su iniciativa tenemos hoy en nuestra Parroquia muchos recuerdos, pero sobre todo dos: El Santísimo Cristo de la Redención y la imagen de la Virgen de los Dolores.

Nunca hizo nada malo a propósito, lo que hizo, lo hizo por el bien de un pueblo al que el quería como si fuese el suyo propio, aun sabiendo que un día llegaría el momento de su marcha, pero a el no le importaba, lo que a le gustaba era que sus parroquias avanzaran y que no se quedaran atascadas en el tiempo.

Bien es verdad que esto no fue comprendido por algunos vecinos, pero eso es otra historia en la que un día saldrá todo a la luz y que a buen seguro hemos de darle la razón a D. José Luís.

El sábado día 22 de agosto y al finalizar la Santa Misa, una colaboradora de la Iglesia de Genovés leyó a modo de despedida, unas sentidas y emocionadas palabras en las que a D. José Luís se le deseaba lo mejor.

Desde aquí sirva este mensaje para rendir un merecido homenaje a un buen sacerdote, buena persona y buen amigo de sus amigos. Gracias D. José Luis por su tiempo, gracias por querernos, por su ánimo y aliento y por los buenos momentos que nos hizo pasar, pero sobre todo, gracias por hacer de nuestra Parróquia un lugar alegre y digno como a Vd. le gustaba decir.

Que Nuestra Madre la Virgen Santísima de la Candelaria a la que tanto cariño D. José Luís profesa, lo acompañe, lo proteja y guíe en su nuevo destino, y que sus nuevos feligreses sepan comprender las inquietudes de una persona luchadora e incansable que lo único que queria era el bien de sus parroquias y de sus feligreses.