Estimados lectores: ante nada quiero agradecer a todos y cada uno de Vds. La gentileza que han tenido al entrar en mi blog y leer mis humildes artículos. No se si habrán servido para algo, si he logrado algo positivo con ello me alegro.
Se acerca
n a nosotros los católicos unas fiestas muy entrañables, unas fiestas donde muere lo viejo y nace lo nuevo, la esperanza, la Nueva Buena. La noticia del nacimiento del Niño Jesús. Ese niño que debe nacer en todos nosotros todos los años por estas fechas.
La Navidad siempre para mi ha sido una ilusión. En mi casa desde pequeño mis padres me inculcaron a mi y a mis hermanos a vivirlas con alegría, con humildad, nunca olvidando a quien lo está pasando mal pidiéndole a Dios por ellos.
La familia es muy importante en estas fechas, sin ella ¿que Navidad podríamos pasar? Es verdad que son momentos de nostalgia y de recuerdo, recuerdo, para aquellos que ya no se encuentran entre nosotros y que sin quererlo nos vienen a nuestra memoria, pero, eso no es malo y no debe ser motivo de tristeza, ellos están ya en un lugar mejor, al lado de Nuestro Padre Celestial, ellos desde allí, ruegan por nosotros a ese Padre que tienen a su lado, y al que nosotros los terrenales, tenemos olvidado totalmente porque nos sentimos todopoderosos hasta que algo ocurre, a partir de ahí comenzamos a llamarlo y a pedirle toda clase de bendiciones.
No nos olvidemos de Dios y del Niño Jesús. Estas son fechas para reflexionar y más aún en los momentos en que nos encontramos en que la crisis está haciendo mella en muchísimas familias de nuestra nación. Hoy más que nunca necesitamos que Dios esté a nuestro lado, no dejemos de llamarlo, El no se ha ido como nos quieren hacer creer, lo que ocurre es que nosotros no escuchamos su llamada, pero si que está aquí.
Que el Niño Dios traiga en esta Navidad, por todas nuestras casas la bendición, la alegría, la bondad, la fe, el amor, la comprensión, la unidad en la familia y el cariño del que estamos tan necesitados.
Se acerca
n a nosotros los católicos unas fiestas muy entrañables, unas fiestas donde muere lo viejo y nace lo nuevo, la esperanza, la Nueva Buena. La noticia del nacimiento del Niño Jesús. Ese niño que debe nacer en todos nosotros todos los años por estas fechas.La Navidad siempre para mi ha sido una ilusión. En mi casa desde pequeño mis padres me inculcaron a mi y a mis hermanos a vivirlas con alegría, con humildad, nunca olvidando a quien lo está pasando mal pidiéndole a Dios por ellos.
La familia es muy importante en estas fechas, sin ella ¿que Navidad podríamos pasar? Es verdad que son momentos de nostalgia y de recuerdo, recuerdo, para aquellos que ya no se encuentran entre nosotros y que sin quererlo nos vienen a nuestra memoria, pero, eso no es malo y no debe ser motivo de tristeza, ellos están ya en un lugar mejor, al lado de Nuestro Padre Celestial, ellos desde allí, ruegan por nosotros a ese Padre que tienen a su lado, y al que nosotros los terrenales, tenemos olvidado totalmente porque nos sentimos todopoderosos hasta que algo ocurre, a partir de ahí comenzamos a llamarlo y a pedirle toda clase de bendiciones.
No nos olvidemos de Dios y del Niño Jesús. Estas son fechas para reflexionar y más aún en los momentos en que nos encontramos en que la crisis está haciendo mella en muchísimas familias de nuestra nación. Hoy más que nunca necesitamos que Dios esté a nuestro lado, no dejemos de llamarlo, El no se ha ido como nos quieren hacer creer, lo que ocurre es que nosotros no escuchamos su llamada, pero si que está aquí.
Que el Niño Dios traiga en esta Navidad, por todas nuestras casas la bendición, la alegría, la bondad, la fe, el amor, la comprensión, la unidad en la familia y el cariño del que estamos tan necesitados.
¡¡ FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO!!
