domingo, 8 de marzo de 2009

LIBERTAD DE EXPRESIÓN MAL ENTENDIDA


Desde hace una treintena de años España goza de una democracia que durante cuarenta vio oscurecida por acontecimientos que nunca debieron de ocurrir.

Hoy gozamos de una democracia algo ambigua y confusa en la que los ciudadanos suelen confundir la libertad con el libertinaje, y la libertad de expresión con la vulgaridad la falta de respeto y la intolerancia.

Hoy no podemos entablar una conversación sanamente, no podemos hablar con tranquilidad sobre las cosas que cotidianamente observamos porque enseguida la conversación se vuelve en trifulca, aspavientos y gritos.
No sabemos respetar a los demás; lo que digo yo es lo que vale y lo que dice el otro carece de veracidad. Para esto no se inventó la democracia. La democracia es para otra cosa.

Tras la muerte de Franco allá por el año 75 del pasado siglo, todos los españoles pudimos votar libremente después de haber pasado muchísimos años sin poder hacerlo. ¿Para qué? Pues para poder elegir a nuestros representantes, para poder ser libres, para que nuestros sentimientos y nuestra forma de pensar llegara a esos representantes que elegidos democráticamente por el pueblo gobernaran por el bien de toda la nación sin distinción alguna, ni de sexo ni de color ni de credo. Para que pudiésemos respetarnos los unos a los otros. Pero al parecer eso no nos lo enseñaron. No nos enseñaron que era una democracia, no nos dijeron cual tenía que ser nuestro comportamiento. Posiblemente al principio eso si funcionó aunque no nos lo explicaran. Han pasado treinta años desde esas primeras elecciones democráticas y la democracia no funciona.

Tenemos en nuestro municipio un foro del cual debemos de estar orgullos, sin embargo y a pequeña escala en comparación con el total de la sociedad española se demuestra lo que estoy diciendo en este artículo: que la democracia está enferma. La falta de respeto y las malas artes que se utilizan porque no se está de acuerdo con las opiniones vertidas por otros ciudadanos es patente.

Esto ocurre en muchísimos lugares, bares, cafeterías, peluquerías, etc. ¿Por qué? ¿Acaso está enferma nuestra sociedad que no sabe distinguir lo que es una democracia o una dictadura?

Debemos reflexionar y tranquilizarnos. Debemos respetar a las personas que discrepan de nosotros sean en el ámbito político, religioso, deportivo… Si no lo conseguimos mal vamos, solo lograremos que nuestra joven democracia se convierta en una dictadura que tanto hizo sufrir a muchos ciudadanos nuestros.

En muchas ocasiones miramos a los americanos y decimos: eso si es democracia. Y es verdad. Actualmente gobierna un nuevo presidente y u nuevo partido político, pero eso es lo de menos para los americanos –cada cual con sus ideales- ahora lo que interesa para ellos son los Estados Unidos, el presidente, es presidente de todos los americanos y el partido político que gobierna no les importa. Aquí, en España eso es impensable, tenemos que reconocerlo y es triste. Aquí, en España, primero es “mi” partido, luego España y los españoles, y de ahí puede provenir esa falta de respeto que decía anteriormente. Si no respetamos a nuestro país, como nos vamos a respetar entre nosotros

Respetemos y seremos respetados y no olvidemos que tu libertad termina donde empieza la mía.

Si quieres dar tu opinión puedes hacerlo y será publicada en este blog.

Entra en: genovense@hotmail.com