martes, 3 de agosto de 2010

FIESTAS LUSTRALES DE GARACHICO


Fotos: Fuegos del Risco y, LA "nota" decoración Plaza Constanza de Ponte.




Quería ver con mis propios ojos como estaba Garachico y lo visité el domingo, a las diez de la mañana. A mi llegada a El Guincho oteé el horizonte garachiquense y pude ver que mi coche ya no cabía en el pueblo. Así fue, la avenida estaba llena de coches y guaguas, las calles interiores exactamente igual. Di varias vueltas y finalmente decidí dejarlo en cualquier parte que no molestara.

A pie recorrí las calles de Garachico para ver como estaba vestido mi pueblo. Vestido por sus vecinos con dignidad, joven y sobrio a la vez, limpio… sus calles relucientes, no se ve una brizna de suciedad por sitio alguno –orgulloso estaba un trabajador de la limpieza, que me encontré en una calle- Todo limpito, me dijo, como debe ser. Le di las gracias por ello y lo animé a continuar así.

Una banda de música tocaba el himno nacional cuando hicieron acto de presencia el Alcalde, y lo concejales con el Pendón Municipal. Allí estaba también junto al alcalde de Garachico D. Isaac Valencia, alcalde de la Orotava. El himno nacional se escuchó con respeto por los que allí nos encontrábamos. Entre los espectadores alguien estaba sentado y así permaneció.

Luego las autoridades municipales se dirigieron hasta la Iglesia de Santa Ana acompañadas por las bandas de música, al llegar a la Iglesia D. Francisco, su párroco, salió a recibirlos, nos dio la bienvenida a todos los presentes, bendijo el Pendón y con el entró en la Iglesia acompañado de las autoridades municipales.

Seguí mi camino. Saludé y felicité a algunos diseñadores de las carrozas que estaban vigilantes y dando algún retoque debido a algún desperfecto sufrido el día anterior: porque la gente no solo mira sino que tienen que tocar, y la culpa es de los niños dijo alguien. No, la culpa no es de los niños sino de los padres que no los educan para que no toquen las cosas, replicó otro.

Por la tarde mi nueva visita fue tortuosa a las siete ya era imposible entrar en Garachico, todas las calles se encontraban cerradas al tráfico salvo la Avenida Adolfo Suarez, continué por ella sin perder detalle del mínimo “agujero” donde meter mi coche. Imposible, todo ocupado. Gracias a mis reflejos pude encontrar una esquina “libre” en el Parque del Carmen en Las Cruces. Luego caminando hacia la Villa.

Desde el mirador del Emigrante se podía ver el muelle repleto de gente, miles de personas lo abarrotaban. Las bonitas carrozas hicieron acto presencia al momento de mi llegada al muelle, ahora a esperar para ver los fuegos. La churrería no daba abasto para servir a tanta gente.

Fue increíble la puntualidad de los organizadores. Justo a la hora indicada en el programa, se apagaron las luces de la zona en que nos encontrábamos y comenzaron ladera abajo desde la Atalaya a caer las bolas de fuego. La playa del Genovés(*) y sus alrededores ardían en llamas evocando así la erupción volcánica que asoló a la Villa y Puerto en 1706. Luego una llamativa exhibición de fuegos de artificiales pondría el punto y final a los actos populares de las Fiestas Lustrales en honor al Santísimo Cristo de la Misericordia.

A mi salida del muelle aún se podía ver a los cargadores transportando la Sagrada imagen del Santísimo Cristo con destino a la iglesia parroquial de Santa Ana.

Con cierta rapidez y en orden los presentes abandonamos Garachico felicitándonos con orgullo por lo bonito que había resultado todo lo que allí aconteció, por tal motivo es obligado dar una emotiva y calurosa felicitación, a todos y cada uno de los vecinos de la Villa y Puerto de Garachico por el gusto, el respeto, la sencillez y el saber hacer bien las cosas.

(*) Una vecina mayor del barrio de Genovés, me comentó hace algún tiempo que la playa del muelle de Garachico se denominaba playa del Genovés, ¿es posible? No he podido averiguarlo. Ruego disculpen mi atrevimiento si este detalle no es correcto.