domingo, 3 de octubre de 2010

LIMPIARSE EL TRASERO CON UN "TURRÓN"

Foto: Panoramica de Garachico
Esta mañana de domingo oía en una emisora de radio, a una señora a la que felicitaban, creo, que por ser día de su santo o algo así.

Entre una cosa y la otra, la señora en cuestión se lamentaba de que el señor Presidente del Gobierno de España no le pague más pensión de la que cobra actualmente y mostraba su enfado porque ella lo había votado, y eso, le disgustaba.

La entrevistadora la anima para que le dijera al presidente Zapatero algo sobre el tema para que le suba su pensión.

La señora contesta que no llega con su paga, y que si sigue así tendrá que limpiarse el trasero como los de pueblo, con un “turrón” ¿…? Porque no le alcanzaba para comprar papel. La entrevistadora llega a la conclusión que quiere decir terrón, o una piedra. Le da las gracias y la despide amablemente.

Aquí llega mi conclusión. Yo soy de pueblo, más bien de barrio, y por estos lares señora mía, hace años que no nos limpiamos el susodicho con una piedra o algo similar porque a Dios gracias, ya tenemos el dinero que antes no teníamos para comprar papel higiénico como lo hacen los y las señoras de ciudad. No venga usted señora a estas alturas de la vida con historias de pueblerinos y gente de ciudad.

Creo señora, que los de pueblo somos, si no más inteligentes que los de ciudad, al menos estamos a su altura, salvo en algunos casos, pero también usted me tendrá que reconocer que en la ciudad también hay mucho matacán, digamos mago de ciudad que es peor que el de pueblo.

¿Por qué afirmo esto? Muy sencillo. Por desgracia, el ciudadano de pueblo se las ha visto y deseado para poder ser alguien en la vida, lo ha tenido muy crudo, siempre ha estado lejos de todo lugar. Ir a una universidad era impensable (esto lo digo pensando en años atrás), sin embargo, el ciudadano de ciudad, todo lo tiene cerca, más bien cerquita de casa, y como todo lo tiene cerquita de casa, ha tenido también un buen puesto de trabajo y posiblemente en la Administración, cosa que se la negado al pobre pueblerino.

A estas alturas, el de pueblo que así lo ha querido, está a la altura de cualquiera de ciudad no sin grandes esfuerzos y lagrimas, porque aún teniendo todo lejos se ha esforzado y ha luchado para tener unos estudios que antaño, solo tuvo el ciudadano de ciudad y que, al pobre pueblerino que quería estudiar se le negó toda clase de ayuda.

Actualmente, pueblerino alguno se limpia el trasero con un “turrón” que decía usted señora. En tal caso, y de esto hace muchos años, se lo limpiaba con una piedra, y en muchos casos con una hoja de col, que posiblemente luego llevaría al mercado y que usted echaría en su caldero.

Po cierto señora, si usted votó por el señor Zapatero y ahora está descontenta, aguántese como lo hago yo… usted así lo quiso, nadie la ha obligado.