domingo, 15 de junio de 2014

LOS ESPAÑOLES SOMOS FLOJOS DE MEMORIA.

Con el rabo entre las piernas nos fuimos a casa

Aún resuenan los ecos de las elecciones al Parlamento europeo, con lo ocurrido en las urnas y la entrada de partidos políticos elegidos democráticamente por el pueblo en el que se le dio una advertencia a los partidos tradicionales.

Pero esto, a lo que se le está dando una
S.M. El Rey el 23 F de 1981
rimbombancia tremenda, a nivel nacional prácticamente no significa nada, de momento, es solo una advertencia y solo son personas electas para Europa, no para el Parlamento español. Pero las televisiones y los periodistas, siguen erre que erre con el tema y no hay día en que en algún telediario o en algún programa de debates, no salga este fenómeno. Fenómeno que no hay que olvidar, sobre todo por los partidos políticos, repito, tradicionales. Ellos han sido los responsables de que el pueblo haya elegido esta opción, y como no cambien, esto va a continuar mal que a algunos les pese, y si el pueblo así lo va a decidir habrá que respetarlo. Luego que nadie se queje.

Por otra parte la abdicación de S.M. el Rey. Siendo yo bastante más joven que ahora, una tarde de febrero de 1981, concretamente un día 23, me encontraba en mi trabajo y mi ex jefe llegó algo alarmado porque, dijo, hubo un golpe de Estado y el Parlamento español está ocupado por guardias civiles. Ese día, todos los que teníamos uso de razón, nos fuimos para casa con el rabo entre las piernas porque sabíamos que el tema político no estaba bien en España, que había alarma social y que los militares aún estaban observando el devenir de la nación. Su Majestad el Rey de España, salió en televisión tranquilizando al pueblo y aquello quedó en un susto.

Los que ahora tenemos cierta edad, lo recordamos con angustia, porque sabemos lo pudo ocurrir y gracias a que S.M. El Rey y los políticos de aquella época apostaron fuertemente por la Democracia todo quedó en una anécdota.

La juventud de ahora lo tiene todo hecho, poco o nada les ha costado fortalecer los cimientos de esta democracia nuestra, con sus errores, pero también con sus aciertos para que pongan en duda la gestión de S.M. el Rey don Juan Carlos. Había que estar en aquellos tiempos. Tiempos que el español que es flojo de memoria olvida fácilmente.


¿Qué hubiese pasado si en el año 1975, tras la muerte de Franco, las cosas hubiesen seguido como con el “dictador”? Pudo haber ocurrido.