viernes, 30 de mayo de 2014

¡¡BASTANTE QUE ME ALEGRO!!

Como diría un personaje canario del humor, “bastante que me alegro”

Baya batacazo se llevaron los políticos de los partidos más conocidos. Ellos que creían que estaban por encima del bien y del mal, se han llevado un palo de mucho cuidado y lo que les queda si no cambian pero ya, porque el tiempo corre en su contra y se les echa encima.

Nosotros, los terrenales, no entendemos el por qué, los políticos no escuchan al pueblo. Se creen que porque les hemos dado el voto, pueden hacer con él lo que les venga en gana. Que equivocados están.

No se dan cuenta los políticos de que han pasado los años y que ya vamos todos siendo mayores de edad en eso de la política y que ya el tiempo de comernos el coco también ha pasado, que ellos también “han pasado” porque los años no solo pasan por la población terrenal sino también por los políticos que se creen dioses, pero ellos siguen anclados en sus ideas infantiles aunque lleven en el machito desde que hicieron la Primera Comunión, porque para ellos si que no pasa el tiempo. Siempre son los mismos, las mismas caras, las mismas formas, las mismas ideas… Ya no ilusionan al pueblo ni saben hacerlo porque todo se acaba, y se cansan.

Hace falta que llegue a la política gente nueva, que todos estos “barones” desaparezcan, que den un paso a un lado y que se modifique lo que sea para que la población pueda elegir a sus representantes directamente. Que el que gana las elecciones sea el que gobierne durante el tiempo que la Ley lo permita sin que se pueda manipular la decisión popular con triquiñuelas o mociones de censura. Todo eso le repatea el hígado a la ciudadanía, que estamos ya cansados de que hagan con el pueblo lo que les venga en gana.

Pero sobre todo, que escuchen al pueblo, para eso están, para eso los hemos puesto ahí. ¿Acaso los alcaldes y concejales que son los más cercanos a la ciudadanía no les comunica a sus partidos respectivos el sentir popular? ¿O, si lo hacen pero no se les escucha?

Pero mucho nos tememos que nada va a cambiar y que ese garrotazo, -que ellos dicen que no se puede extrapolar, palabra mágica- va a ser dentro de pocas semanas agua pasada, porque ellos olvidan pronto, tienen ese don. Lo llevan en la sangre, porque el pueblo no les importa, solo les importa su yo y el sillón.

Estaremos muy atentos. De momento a muchos les está doliendo algunas partes del cuerpo, porque el leñazo ha sido tan fuerte, que están a base de ungüentos y pastillas para disimular.

Es como cuando te caes al suelo, das un brinco y miras para todos lados para ver si alguien te vio, pero por dentro, estás rechinando.