domingo, 19 de julio de 2015

HACER BIEN LAS COSAS

Próximo a cumplir mi edad de jubilación, estoy en un estado de incertidumbre tras más de cuarenta años de trabajo y de cotización a la Seguridad Social.

¿Que tenemos de seguro sobre este tema los españoles que se encuentran en mi misma situación? Pues me imagino que todos pensaran lo mismo que yo.

Resultado de imagen de foto de persona sentada en el suelo en grecia
Imagen Google

Si miramos hacia Grecia podemos ver una fotocopia de lo que puede ocurrir en España en no muchos meses. Y lo que en realidad me llama muchísimo la atención es que hay una parte de la población que aplaude hasta con las orejas sin darse cuenta de que Grecia le debe a cada español unos seiscientos euros, incluidos los recién nacidos.

¿Qué parte del problema no han entendido estos conciudadanos nuestros?

Ver la fotografía de aquella persona mayor sentada en el suelo de Atenas, llorando resignada al saber que ese día no podía sacar dinero del cajero da grima. Su carnet de Identidad y la libreta del banco tirada a un lado dicen mucho de lo que ese señor siente en esos momentos. Todo da igual a su edad. Por su aspecto no parece un rico millonario, más bien parece un señor que ha trabajado todo su vida para que ahora, a estas alturas se vea en estas circunstancias. ¿Cómo trabajador, que mal habrá hecho? Y posiblemente le dio el voto a estos políticos que en su momento dijeron lo que este buen hombre quería oír.

No me gustaría encontrarme en estas circunstancias, ni ver a español alguno que le pasara lo mismo, sería muy triste después de tanto esfuerzo y trabajo.

Los niños de la post guerra, los que sufrimos le escases y la necesidad. Vernos en aquellos tiempos de miseria cuando en muchas ocasiones apenas teníamos comida para llenar nuestros estómagos o la carencia de ropa o calzado y que con grandes esfuerzos lográramos sacar a España adelante para ahora a las alturas nuestras vidas vernos abocados a pasar miseria nuevamente, seria simplemente insoportable e imperdonable para los jóvenes de nuestro país que son ahora los que tienen la sartén por el mango.

La juventud que no es tonta que abra bien los ojos y oídos, que piensen en sus padres, hermanos tíos, abuelos, que lo dieron todo para que España floreciese, para que a ellos no les pasara lo mismo que a nosotros y que ahora los mayores nos encontremos en una incertidumbre de la que nadie se atreve a tranquilizarnos porque ni nuestros mandatarios saben lo que va a ocurrir es indignante.

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