domingo, 12 de febrero de 2012

ESPERANDO LAS REFORMAS

Tambien son buenos los momentos de diversión.


En esta España nuestra en la que vivimos, de pocos puestos de trabajo y gran aumento del paro. De gente apegada al televisor viendo programas que embrutecen el cerebro y el espíritu, amén de hacernos analfabetos, en donde viven cuatro a costa de los rankings de audiencia. De gente pendiente del futbol, dígase Madrid-Barça porque de los demás equipos poquito se habla, y de fiestas, voladores y cohetes, poco o muy poco nos preocupa la crisis que estamos padeciendo de una manera casi criminal.



Posiblemente, el ser humano en un ademán de autodefensa, quiera así protegerse de tanto numero negativo que los medios de comunicación nos inundan en su afán de ponernos al día en la situación en que nos hallamos.



Esas esperadas reformas mágicas de un gobierno y otro gobierno, nos han hecho creer en varitas mágicas, en magos y en raros experimentos, esperando –que ilusos- que de la noche a la mañana esto se iba a arreglar.



Ha llegado la tan esperada reforma laboral que yo creo que había que hacer, aunque a mi como trabajador me perjudique, –no lo se- pero que si es por el bien de un futuro, bienvenida sea, pero veo que esa reforma no nos trae la ilusión, y un pueblo o una persona sin ilusión…



Los políticos de hoy no saben ilusionar a la gente, son incapaces, y hay que transmitir al pueblo, ilusión y esperanza, dando a demostrar que de esta crisis vamos a salir, que tarde o temprano esto va a cambiar, que, aunque nada será ya como antes, todo puede ser mejor.



Hasta aquí hemos vivido en la superficialidad, para nada interesaban los demás, hemos perdido nuestra forma de ser, hemos perdido lo que son nuestros valores. La familia apenas contaba, igual que los amigos. Ahora cuando le estamos viendo las orejas al lobo tiramos de ella, y es la familia y son los amigos quienes echan una mano, como antes, ni más ni menos.



Ahora los españoles necesitamos ilusión, necesitamos que se creen puestos de trabajo. Los empresarios no son enemigos del trabajador, ni viceversa, tenemos que ir todos de la mano para sacar a España adelante. No son momentos de manifestaciones ni de huelgas sino de trabajar si queremos tener un esperanzador futuro.



Debemos controlar esas cosas superfluas como la televisión, el futbol y otras cosas que nos atenazan el coco y no nos dejan ver la realidad para poder luchar con ganas, pero sobre todo con ilusión y esperanza. Con esto y con ganas sabremos salir de esta, ya lo hemos hecho. A mediados de los noventa del siglo pasado ocurrió algo similar y salimos airosos. ¡¡Animo!!