sábado, 29 de noviembre de 2014

¿ES CASTIGADO EL CATÓLICO POR SU LIBERTAD DE PENSAMIENTO?

“Si defiendo al católico pierdo votos”. ¡¡Pues más a vas perder!!

Hoy más que nunca en que los cristianos estamos pasando por unos momentos terribles es hora de reflexionar sobre lo que realmente ocurre a nuestro alrededor y entre todos buscar la solución a la persecución que estamos padeciendo por parte y culpa de la ignorancia que poco a poco se ha ido transmitiendo de generación en generación como quien no quiere la cosa, en nuestro país y fuera de él.

Ritual católico de Semana Santa
Da la impresión de que  los católicos no somos de este mundo y que no pagamos impuestos como cualquier otro ciudadano y que por el simple hecho de ser católicos no tenemos derecho a nada, ni siquiera a vivir o a manifestarnos. Y lo que es peor,  no oímos a nadie de la clase política que diga algo o levante un dedo para salir en nuestra defensa cuando nos agreden física u oralmente. Todo es silencio.
Poco a poco se ha ido inoculando en la sociedad ese veneno para que se odie a la Iglesia, a lo que ella representa y a los que la rodean. Nadie de los que critican gratuitamente a la Iglesia se para a pensar si lo que largan por la boca es lo correcto o es simple y llanamente lo que se les ha ido trasmitiendo sin saber que la Iglesia, con sus errores y también con sus aciertos, está haciendo una labor encomiable con los más desfavorecidos. Si no, que les pregunten a ellos, sean o no católicos porque la Iglesia, no pregunta a quien solicita ayuda, a que religión pertenece.
¿Será que a algunos no les interesa la libertad de los católicos porque suelen pensar por ellos mismos y no se dejan –normalmente- embaucar por nadie?
Reflexionemos, los católicos somos gente normal y corriente como cualquier otro ser e hijos de vecina, no molestamos a nadie ni exigimos nada a nadie, ni exigimos a nadie que cambie su forma de ser, ni matamos a los de otras religiones, solo pedimos que nos dejen vivir en paz con nuestros propios pensamientos y nuestra manera de llevar la vida, esa vida que algunos quieren que desaparezca practicando el aborto.
Es verdad de que en estos últimos tiempos están saliendo a la luz casos –que de ser ciertos- son de extrema gravedad, y que nadie debe pretender excusar, pero que la Iglesia ha reaccionado y está tomando cartas en el asunto. Aún con eso, y cosa que debemos los católicos denunciar y repudiar, repito de ser ciertas las noticias, no es motivo alguno para que, por culpa de cuatro paguemos todos los miles de millones de católicos que andamos por todo el mundo o los millones de católicos que hemos nacido españoles o vivimos en España.
En nuestro país se impuso esa moda desde hace algún tiempo, ir a por los católicos porque a algún ignorante le hacía falta que eso funcionara porque posiblemente eso le generaba votos y no le importaba dividir al pueblo, dividir familias o romper amistades como en los años treinta.
Y es que no hemos aprendido nada. A esa gente no le importa que la historia se repita, solo le interesa los votos. Un país así, jamás funcionará.
¿Quién defiende a los católicos en España? Solo la Iglesia. El resto, silencio. “Si hablo pierdo votos”. Pues más vas a perder por callar.